Era la noche del domingo, me había tomado dos deliciosos vasos de CocaCola con la comida y me disponía a dormir, pero no tenía en cuenta que esa noche era noche de concierto para “Raoul” . Al final de la cuadra, un gato decidió que la 1am del lunes era la hora perfecta para despertar a los perros del vecindario que, como buenos fans de este tipo de conciertos, se unieron con sus voces al coro de la rola llamada “Raoul”. Para explicar la reacción en cadena a estudiantes de cualquier nivel, deberían usar el ejemplo de los perros, que una vez que escuchan a otro a la distancia ladrar, se unen, sin importar el motivo. Esto me recuerda a mi profesor de matemáticas de primer año de secundaria de nombre Lerín, quien nos decía que parecíamos perros de rancho cuando nos uníamos al relajo en un salón cuando el profesor no llegaba a clase. Volviendo al tema del concierto, mis dos pastoras alemanas se unieron al concierto y aunado al tema de la cocacola en la comida, me pasé la noche casi en vela. Tuve que llamarlas y decirles que no eran horas para participar en conciertos y menos cuando estamos enmedio de una pandemia. Ese tipo Raoul al que nombran los gatos en sus conciertos debe ser como el Michael Jackson de los gatos. Espero que la temporada de conciertos esté terminada por el resto de la semana laboral. A dormir ahora.
Créditos de la imagen de portada:
“Betsy” flickr photo by myri_bonnie https://flickr.com/photos/myri_bonnie/6509687743 shared under a Creative Commons (BY-NC-ND) license
